– CO2 + renovables, respuesta al Ministro Sebastián

Tomada de Greenpeace
El consumo de carbón nacional para producción de electricidad en 2007 fue de 19285 toneladas frente a las 9345 consumidas en 2008, lo que supuso una reducción del 51,5% en términos parecidos se redujo el carbón importado, pasando de 17959 toneladas en 2007 a 10900 en 2008, es decir el 39,3% sin embargo la producción de electricidad en régimen ordinario solo se redujo el 1,6 % a pesar de que la hidroeléctrica también se redujo en un 18,7%.
Así pues la reducción del uso del carbón se debió al incremento de la producción de las centrales de gas que aumentó un 33,7% y la eólica que lo hizo en un 12,7%.
Estas reducciones en el consumo de carbón nacional e importado frente al gas natural obedece a la mayor eficiencia económica del gas y adicionalmente esta eficiencia arroja una mayor eficiencia ambiental al emitir aproximadamente la mitad de CO2 por kWh generado.
En términos puramente ambientales no tiene sentido alguno mantener el consumo de carbón mediante ayudas cuando el actual régimen económico eléctrico está expulsando del mix eléctrico a la fuente más contaminante.
Si este proceso se tuerce con las ayudas, además de encarecer la producción de electricidad, detraerá fondos que deben de ir destinados a fuentes autóctonas de energía y descarbonizadas como son las renovables, eólica, termosolar, fotovoltaica,…
No se entiende estas ayudas al carbón en el momento en que se reduce el crecimiento de la implantación de renovables, fenómeno que se obseva globalmente, según el último informe de la ONU, y justo unos días antes de la Cumbre del Clima de Copenhague donde es urgente acordar reducciones drásticas de la emisones de gases de efecto invernadero.
A los efectos nocivos ambientales de los gases de invernadero hay que sumar la mayor generación de resíduos que genera el carbón nacional frente al importado, por el menor poder calorífico del primero debido a su menor contenido de carbono.
En definitiva las ayudas al carbón nacional, en el mejor de los casos si solo sustituye al carbón importado, va comportar el matenimiento de las actuales emisiones de CO2, el aumento de generación de cenizas y otros gases contaminantes además de hacer más ineficiente económicamente la producción de electricidad.
Otro elemento a colocar en la balanza es el impacto ambiental y económico de la minería del carbón en nuestro país cuyas externalidades, destrucción de suelos y ecosistemas no se cuantifica.
No se sostiene la afirmación del ministerio de la autonomía energética en términos de autonomía económica, ya que si solo se sustituye el carbón importado se hace en base a gastos adicionales en la generación y la gestión de los residuos de las centrales térmicas.
No se mantiene la afirmación de la investigación en tecnologías de «carbón limpio» ya que ese producto no existe. La tecnología de captura y secuestro de CO2 no deja de ser una maniobra de distracción y detracción de fondos que pueden y deben de ir a tecnologías probadas como son la renovables.
La captura y secuestro no es segura, no es suficiente, hace más ineficiente aún la generación de electricidad y encarece en sobremanera la producción eléctrica.
Tampoco se justifica la necesidad de las subvenciones para asegurar el suministro que no está amenazado, máxime en el actual momento de recesión del consumo eléctrico provocado por la crisis económica.
Muy buen articulo, muestra datos importantes claves en esa economia.
bueno es el derber de todos cuidar el planeta ricos i pobres deberillamos de cuidar nuestro bosques ellos son los que purifican el aire nunca olbides que si destruimos el planeta te destrilles a tu mismo